martes, 10 de marzo de 2015

HAY QUE ACABAR CON LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA


Siempre hemos oído decir que en España por robar una gallina, si te pillan, te meten un tiempo en la jaula, pero por robar millones al Estado (donde "lo que es de todos, no es de nadie", según expresión de cierta conocida ministra socialista de Zapatero, una tal Carmen Calvo, si mal no recuerdo), pues aparentemente no ocurre nada como todos hemos podido ver, pues están tan complementados la política con lo judicial, que son verdaderos cómplices para cubrirse y taparse los unos a los otros. Hay cientos de casos de corrupción en los juzgados, pero en la cárcel apenas tenemos alguna famosa cantante folklórica, o algún ex presidente de algunas islas españolas del Mediterráneo, o algún ex tesorero de algún partido que repartía sobres con primas de dinero a los más destacados compañeros del partido,..y apenas poca cosa más.  

Y es que hablar de corrupción, no es otra cosa que hablar de robos, aunque sencillamente sean robos encubiertos, dejando aparte aquello de quien roba a un ladrón, merece cien años de perdón. Y lo digo porque sin temor a equivocarme, me atrevería a decir que el mayor ladrón que tenemos en España es el Estado, a través de sus innumerables tributos, tasas, multas, etc.., con los que se alimenta ese monstruo insaciable de codicia recaudatoria cada vez más y más voraz a costa de los esquilmados y expoliados ciudadanos. Tal es la voracidad y el robo del Estado contra los propios ciudadanos, que todos los que pueden tratan de hacer supuestas dobles contabilidades y ocultar buena parte de sus dineros en paraísos fiscales. El reciente caso de la lista Falciani es tan sólo un referente con muchísimos miles de evasores fiscales que escondían su dinero en Suiza (donde rige una ley de secreto bancario que protege a los evasores de cualquier rincón del mundo) a través del famoso banco británico HBSC, un banco cuyo principal razón de su prestigio es que nunca hace preguntas indiscretas sobre la procedencia del dinero, y es por tanto el modelo de banco ideal para los "ladrones" o "evasores", calificados según cómo los mire cada uno. Y sí en esa famosa lista se descubrió que habían políticos, banqueros, médicos, deportistas, artistas, empresarios, etc..., ¿qué no iban a tener en el resto de los  paraísos fiscales más destacados como Las Islas Caymán, Mónaco, o Singapur, entre otros, y en donde allí rige el secreto bancario y la opacidad total?. Es curioso que los mismos que predican contra la existencia de paraísos fiscales, son los mismos que tienen escondidos allí buena parte de sus dineros, para tenerlos a salvos de la voracidad confiscatoria de Hacienda. Igual si los funcionarios tienen buenas pagas vitalicias y demás privilegios, mientras millones de españoles tiene empleo precario, incierto o inseguro, o están en desempleo; o si los inmigrantes reciben todo tipo de ayudas, sea con pagas, el agua-gas-internet-electricidad pagados, becas,....y todo eso se niega al resto de los españoles que pasan peores apuros pero que ya han pagado muchos impuestos y cotizaciones, igual el Estado (y en su lugar los políticos que le dan su forma) nos están robando a los españoles. No es de extrañar que el Estado es el peor ladrón que han de suportar los ciudadanos, aunque los políticos en general no quieran reconocerlo.
  

Es evidente de que si no existiera esa enorme presión fiscal del Estado sobre los ciudadanos, no existiría evasión fiscal, y los dineros se quedarían en el país, con todo lo que representa de bueno que circule y mueva la economía, sea productiva o de servicios, que es la que genera los puestos de trabajo y la riqueza. Y la corrupción apenas sería patente. ¿Cuándo nos daremos cuenta que lo mejor sería hacer que las cosas fueran así?

¿Alguien ha pensado o propuesto para España, alguna vez, que si se redujera las numerosas administraciones y poderes públicos que mantenemos: más de 8000 Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos, Comunidades Autónomas, Estado Central, Entes Públicos, etc.... se podría reducir un montón la asfixiante presión fiscal existente?. Y de este modo se reduciría un montón los impuestos, no habrían tantos evasores o defraudadores fiscales, y tanto políticos como funcionarios no estarían tan tentados en meter la mano en la caja del dinero público (que al ser de todos, aparentemente no es de nadie, y por es como si no se lo robases a nadie).

Cuando el dinero público se ingresa a espuertas, gracias a todo tipo de tasas,  impuestos y multas que generan la variedad de administraciones públicas, y con ello la norma habitual es el despilfarro continuado y constante del "dinero que es de todos, no es de nadie", es lógico que por todas partes pululen los ladrones, que son ese tipo de cacos más parecidos a esos que llaman de "guante blanco", que no esos más conocidos ladrones que vemos en las películas, que entran por la fuerza o furtivamente en las casas, atracan bancos, comercios, o fábricas, o que se llevan los tomates de tu huerta, o sencillamente que te asaltan por la calle y se llevan tu bicicleta, o tu smartphone, o se apropian de tu cartera bajo amenazas del tipo "la bolsa o la vida". Y tampoco son ese tipo de ladrones al estilo "asalto al tren de Glaslow", o "Ocean Eleven", ladrones divertidos y hasta simpáticos que vemos en las películas.

Ahora lo que pululan en España son una más destacada especie de ladrones que no son nada violentos, que actúan en silencio, van bien vestidos, se organizan como mafias, y aparentemente se conocen bien la ley y la trampa, y tienen mucha influencia en la esfera pública y política. Son esa nueva y emergente raza de ladrones que hemos ido descubriendo en los últimos años, y que generalmente pertenecen al mundo de la política, la función pública, los sindicatos y patronales, y hasta en entidades o ONG's que viven de las subvenciones públicas pero que ejecutan tejemanejes para robar todo el dinero público que sea posible.

 

Podemos hablar de aquellos ladrones que utilizan sin control ni responsabilidad aparentemente reconocida unas tarjetas de crédito para pagar a fondo perdido sus caprichos, como es el caso de Caja Madrid (la actual Bankia). Aquellos que cobran las famosas comisiones del 3, 4, 5 y hasta a veces más del 10% de comisiones por cada uno de los contratos públicos que favorecen a la empresa de turno (de ello se habló de pasada incluso en el parlamento catalán). Los que se apropian de manera fraudulenta el dinero destinado a ayudas para diversas entidades (como las de minusválidos) o  para pagar subvenciones como los cursos para parados, como se ha visto que han hecho algunos destacados sindicatos y patronales. Los que se han aprovechado engañosamente del dinero para subvencionar los ERES en las empresas con dificultades, en especial en Andalucía. Los políticos y funcionarios que han gestionado mal los recursos públicos haciendo infraestructuras inflando en todo lo posible su presupuesto, y muchas veces que al final no han servido para nada, como los aeropuertos sin aviones, las carreteras que apenas circulan coches, las nuevas vías del AVE que apenas no tienen ni pasajeros, las ferias y pabellones deportivos que casi nadie utiliza, etc... También podríamos hablar de los directivos politizados que han saqueado las diversas cajas de ahorros, con sueldos y prebendas tan exageradas y para unos resultados tan ruinosos en favor de las propias cajas, que al final se han tenido que rescatar con el dinero público de todos. Etc...

Casos ERE's. Gürtel, Palau de la Música catalana, etc.... son muchos de los casos que no dan abasto jueces como Ruz, Alaya, Elpidio, o hasta Castro (ese último ya yendo de largo llevando un caso que salpica incluso un yerno o cuñado de Rey y hasta una infanta de España).

No digo que no haya que llegar en cada uno de los casos hasta las últimas consecuencias, metiéndoles el tiempo correspondiente en la cárcel, y obligándoles a devolver todo lo robado y de más como multas. Pero habría que acabar ya con la corrupción, que tanto se ha institucionalizado e incluso ha echado hondas raíces en la sociedad española, donde todo el mundo defrauda lo que puede, lleva contabilidad "B", evade capitales hacia los paraísos fiscales para ponerlos a salvo de las garras de Hacienda, y haciendo honor a la fama de ser el país de la picaresca, porque si en algo destaca la "Marca España" es en que es el paraíso de la corrupción y la picaresca, donde cualquiera que tenga algún tipo de vínculo con la Cosa Pública, tiene las oportunidades para robar a manos llenas.

La solución pasaría por el adelgazamiento al máximo del estado mastodóntico que soportamos, y con la bajada al máximo de los impuestos, fomentando la mentalidad de que cada uno ha de trabajar, ahorrar y pagarse lo suyo, y no esperar que el Estado lo subvencione todo. Porque cuando más vacía esté la Caja Pública, menos ladrones pueden meter la mano y pulular alrededor de ella, igual como la mierda fresca inevitablemente atrae a las moscas.

Y naturalmente que hay que cambiar las penas del Código Civil y Penal, que como todos hemos visto, para nada ha acabado con la corrupción: quien roba una gallina, o una bicicleta, de acuerdo que debe de estar un tiempo en la jaula. Pero quien robe al Estado (que nos roba a todos, ya que es el dinero de los contribuyentes), pues mayor pena, castigo y fórmulas que le obliguen a devolver todo lo robado.

Si no nos lo tomamos en serio, seguiremos teniendo chorizos cada vez más sofisticados (y no me refiero precisamente a los que venden en la charcutería).  Pero como políticos, funcionarios y miembros de la judicatura son tan beneficiarios del actual modelo de Estado corrupto, que tanto facilita el robo y la hipocresía política, dudo mucho que quieran cambiarlo y hacer una España más honrada. Y así nos va.