miércoles, 19 de marzo de 2014

DESDE AYER, 500 INMIGRANTES IRREGULARES MÁS EN ESPAÑA, Y 263500 EUROS MENSUALES MÁS A CARGAR AL DÉFICIT PÚBLICO ESPAÑOL





Los que estáis informados, sabéis que ayer la televisión daba la noticia de que unos 500 inmigrantes africanos asaltaron de modo ilegal y por la fuerza la valla de Melilla, ocupando territorio de soberanía española. A ese paso y con esa absurda y vergonzosa pasividad el gobierno, la misma valla va a acabar siendo inútil, pues pronto entrarán fácilmente empleando torres de asalto, como la de cualquier batalla de la Edad Media, y nos invadirán a miles.

Y no vengáis con lo de "derechos humanos", porque ya me diréis qué "derechos humanos" tienen los españoles sin trabajo, sumidos en la pobreza, y sin esperanza de porvenir digno para sus hijos. Con lo que en España los "derechos humanos" de un inmigrante tendrían de acabarse donde empiezan a perderse los de un español, cuando pierde el trabajo, cae en la pobreza y pierde el derecho a un porvenir mejor. Y en los tiempos que corremos tenemos millones de españoles en pobreza crónica, y con los contenedores de basuras que todos los días son rastreados a todas horas, reventando bolsas y buscando algo de utilidad, que nos indica hasta qué nivel de miseria hemos llegado en nuestro país.

Claro que ahora podrán estar retenidos en un CIE (Centro de Internamento de Extranjeros), donde tendrán comida, ropa, zapatos, agua, luz, atención médica, asistencia jurídica, etc.., etc..., todo gratis a costa del Estado Español (que lo sostenemos con nuestros impuestos cada vez más asfixiantes y abusivos), y atendidos por la Cruz Roja y otras ONG's, todas subvencionadas generosamente por el gobierno (es decir, por los contribuyentes con nuestros impuestos). Y si no hay bastante para atender, pues que los atienda el ejército español, con todos los gastos de más que eso nos supone para todos los españoles, y con todo el inútil gasto de más que nos han supuesto los centenares de policías y guardias civiles más para reforzar la vigilancia de la valla y de la frontera.

Lo que no nos dice la televisión, es que el coste de un inmigrante retenido en un CIE cuesta unos 17 euros al día, es decir, 527 euros al mes. La ayuda del INEM a los parados son tan solo 426 euros (casi 100 euros menos de lo que cuesta un inmigrante en un CIE), y muchos millones de españoles no tienen ni siquiera esa ayuda por agotar los periodos y derechos, y no les llega ni para comida, ropa, pago de la factura del agua o de la electricidad, teniendo que vivir de la caridad familiar o ajena,...todo ello en contraste con que en los CIE los inmigrantes lo reciben todo gratis. Claro que para llamar la atención sobre lo imbéciles que somos, y la indignación de millones de españoles sin recursos, eso no conviene, y por eso no se dicen todas las verdades por televisión. ¿Nadie se da cuenta de eso, de que hay manipulación informativa?

Y ahora puestos que ni tenemos trabajo, desde el día de ayer ¿qué pintan 500 inmigrantes más en España, con los más de 6 millones de parados que tenemos?. No les quedará otra opción que: o vivir de alguna subvención que les tendrá que dar el Estado Español (que ya somos bastante imbéciles al consentir que se despilfarren inútilmente nuestros escasos recursos en esas cosas), o vivir de la delincuencia. Y eso desde luego no nos beneficia para nada a los españoles, sino todo lo contrario. ¿Hay que ser tan estúpidos e imbéciles como para consentir esto desde el poder político?.

Quizás si nuestros políticos, en vez de meter en CIE's a estos inmigrantes, los acogieran en su propias casas, dando todo ese ejemplo de tan de "derechos humanos" de los que presumen, y les pagaran todo a esa gente necesitada de su propio bolsillo (sin tocar ni un solo céntimo del dinero de los españoles), entonces se lo pensarían mejor sobre cómo hay que tratar la inmigración.


En fín, que eso da mucho para reflexionar, y no solo miedo e indignación. 

lunes, 10 de marzo de 2014

RADIOGRAFÍA DE LAS PRESTACIONES SOCIALES EN 2013




Hemos llegado a la situación de que casi el 30% de los residentes en España (incluidas todas las nacionalidades y edades)  vive ya de una pensión, el paro o ayudas del Estado (unas 13,8 millones de personas, según los datos oficiales) ya sea por haber cotizado (sistema contributivo, o por razones asistenciales, teniendo en cuenta de que oficialmente apenas 16 millones y pico de personas trabajan, y de esos, unos 4 millones son funcionarios, es decir, personal a mantener y que no produce en la generación de riqueza para el país, sino gasto a costa de los otros sectores productivos que generan esa riqueza.

 

Esta visto que el gasto social en acción protectora del Estado no para de crecer, y eso en un contexto de crisis económica que lo ha puesto todo muy complicado de volver a enderezar entre tantos impuestos, tantas normativas, tanta burocracia y tanta inmigración sobrante.

 

Y el panorama no pinta mejor: cada día más personas se jubilan, menos personas trabajan, y a falta de trabajo, más españoles emigran fuera de nuestras fronteras. Por otra parte, gracias al generoso sistema asistencial, se sigue produciendo un efecto llamada a la inmigración, como hemos podido ver en los últimos asaltos violentos a vallas como las de Melilla o Ceuta, y con el papel pasivo y vergonzoso del gobierno, teniendo en cuenta que esa inmigración no solamente no aporta nada, sino que además provoca bajadas del salario, quita puestos de trabajo a los españoles, y hace que los mismos españoles tengan que emigrar al extranjero, aparte de aprovecharse de la propia asistencia social española con todo lo que nos cuesta cada nuevo inmigrante que entra en gastos de sanidad, asistencia jurídica, educación, subvenciones, etc….

 

Oficialmente apenas trabajamos y cotizamos 16 y pico millones de personas, de las cuales sólo millón y pico son inmigrantes y el resto españoles, cuando en nuestro país residen unos 40 millones de españoles y otros casi 10 millones de inmigrantes entre legales e irregulares. Con lo cual oficialmente y teóricamente significa que con el trabajo unos 15 millones de españoles y otro millón de inmigrantes, de una forma u otra se mantiene aproximadamente a unos 50 millones de residentes.  Lo cual quiere decir que los trabajadores españoles aportan 15 veces más que los inmigrantes, cuando los inmigrantes son apenas el 20% de los residentes, con lo cual sale todo muy injustamente desproporcionado y bien puede decirse que los inmigrantes no solo no aportan nada a nuestro “estado del bienestar”, sino que además nos salen carísimos a todos los españoles con aquello de esa falsa “solidaridad” que nadie quiere a costa de sus impuestos, de su trabajo, de los recortes y de la mala calidad en sanidad y en educación. Si estamos como estamos, es por imposición de la casta política, que sigue las directrices de Bruselas, en vez de los intereses nacionales y de los propios españoles, y por esa razón, siendo el tema tan impopular, prefieren más el silencio, la pasividad, y la actitud del avestruz de esconder las alas e ignorar los problemas que tanto afectan a millones de ciudadanos españoles, con todos los problemas de falta de orgullo patriótico que suponen esas actitudes y que tanto daño nos hacen.

 

Esa situación cada vez más insostenible es lo que hace que los gobernantes suban impuestos de todos los lados que pueden, y al mismo tiempo todos los recortes posibles, cosa que igualmente es muy mala para la economía, no solo porque impide le competitividad en esa economía globalizada, sino que además destruye puestos de trabajo al no poder soportar impuestos y normativas burocráticas.


 


Para que se pueda solucionar eso, por una parte y por patriotismo, se hace necesaria la expulsión total de la inmigración que no es otra cosa que un cáncer destructivo para nuestro país tanto por grandes diferencias culturales muchas veces incompatibles como porque nos quitan el trabajo y los escasos recursos sociales repartiendo más la pobreza; y por el otro, nuestro país necesita que se vuelvan a crear los puestos de trabajo tan necesarios para la creación de riqueza y el progreso ciudadano. Y para eso es necesario suprimir impuestos y abolir toda serie de normativas que impiden crear puestos de trabajo. Por ejemplo, es un absurdo que no se pueda abrir una residencia de cuidar ancianos, porque las normativas exigían que el local midiera 2 cms. más alto de techo, o que la ventanas tienen que ser de tal o cual medida,….eso es un absurdo, porque son los clientes los que han de valorar y evaluar el buen servicio y los precios, que es lo que de verdad permite el negocio salir adelante o no. Y también deberíamos ser una sociedad con mayores libertades laborales y sin impuestos, ni normativas, ni extorsiones sindicales, en la que, por ejemplo, cualquier persona de cualquier edad pudiera ir con su carrito por la playa o la plaza para vender hamburguesas o refrescos a cualquiera, como un modo libre de ganarse la vida. Si ya es absurdo que no haya trabajo, lo es también mucho más absurdo un marco que impide la iniciativa emprendedora y creadora de puestos de trabajo.

 

También por otro lado es muy necesario suprimir los costosos e inútiles funcionarios, y volver a la cultura del trabajo y la eficiencia, y no la del enchufe vitalicio y con ello la vagancia y la desmotivación de quienes no necesitan en absoluto competir porque tienen la buena nómina segura cada mes a costa de los contribuyentes, que somos todos y que nos salen muy caros.

 

Sólo si se toman esas medidas y cambiamos por la mentalidad del trabajo, del esfuerzo, de un sano y bien entendido patriotismo, y de la libertad, podemos superar la crisis y hacer un país próspero y más seguro.