martes, 17 de septiembre de 2013

RESPUESTA A LA CARTA QUE ARTUR MAS ENVIÓ A RAJOY, ¿QUÉ LE HUBIERA RESPONDIDO SI YO HUBIERA SIDO EL PRESIDENTE?




Por fin, hace unos pocos días, el presidente del gobierno Mariano Rajoy respondió a la carta que el presidente de la Generalitat catalana Artur Mas le envió hace varias semanas. Claro que queda feo responder por semanas una carta oficial, cuando en la era de internet la puede responder por unas horas, máxime cuando no se trata de cualquier ciudadano, sino del mismísimo presidente de la Generalitat. Empezaré por poner el texto intrego:

"En respuesta a su carta en la que me plantea la necesidad de abordar un proceso de negociación para la celebración de una consulta en Cataluña, y sin perjuicio del exhaustivo análisis que exige el informe jurídico y político que me ha enviado con posterioridad, paso a manifestarle mi criterio respecto a las cuestiones que plantea. Siempre he sido -y creo haberlo demostrado-una persona comprometida plenamente con el diálogo como forma de resolver las diferencias políticas o de cualquier otra índole.
Este compromiso con el diálogo adquiere su verdadero sentido desde la exigible lealtad institucional y desde el respeto al marco jurídico que a todos nos protege y que a todos nos vincula, en especial a quienes ejercemos responsabilidades de gobierno. Por mi parte, el diálogo no tiene fecha de caducidad cuando se trata de atender al interés general de los españoles y, por ello, de todos los catalanes.
En este sentido, considero que el mejor servicio a la legitimidad democrática que usted invoca es precisamente respetar ese marco jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad y los ciudadanos encuentran la garantía para la convivencia y la concordia.

Estoy convencido de la extraordinaria relevancia que Cataluña tiene para el conjunto de España y de la riqueza, pluralidad y singularidad de la sociedad catalana. Pienso asimismo que los vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales. Y por supuesto, quiero también transmitirle la firme convicción de mi Gobierno de que hemos de trabajar en el fortalecimiento de esos lazos y huir de los enfrentamientos. Debemos hacerlo desde la lealtad recíproca y el fomento de la corresponsabilidad en las dos direcciones.
Convencido de que juntos ganamos todos y separados todos perdemos, le invito a que ejerzamos responsablemente nuestra función como gobernantes democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones que representamos en estos momentos de dificultad económica y social que padece nuestra sociedad.Desde el profundo afecto que siento por la sociedad catalana en su conjunto y el respeto institucional a la Generalitat de Cataluña que usted representa hoy, quedo a su disposición para trabajar conjuntamente y ofrecer así la mejor respuesta a las necesidades reales de todos los ciudadanos.
Cordialmente,
Mariano Rajoy Brey"
 

Primero tengo que decir que Rajoy habla de “diálogo sin fecha de caducidad”, y es que no se puede seguir con la típica treta de los políticos que presumen de demócratas de practicar constantes, continuados e inútiles “diálogos de sordos” sin fecha de caducidad, tratando de eludir los temas que plantean. No digo que no se haya de dialogar, pero mientras tanto se pierde el tiempo en toda esa chachara no se toman las decisiones que hay que hacer con urgencia: arreglar el paro, bajar los impuestos, expulsar la inmigración, mejorar la seguridad ciudadana, etc…., que por lo de dialogar, valen más los hechos que no las palabras (y que es lo que esperan los ciudadanos), que para dialogar, que está muy bien, siempre quedan oportunidades para corregir los errores en las continuadas ediciones de las decisiones políticas a favor de la ciudadanía.

La respuesta clave de Rajoy se resume en la frase que ha escrito: (…) Pienso asimismo que los vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales.

Lo cual es otra manera de decirle a Mas que no acepta la independencia.

Pero dejando de lado en contenido de esa carta, yo además le añadiría de manera mucho más clara y detallada, que la vigente Constitución Española deja muy claro el principio de la unidad del común toda la nación española y los distintos pueblos que la componen, con sus distintas lenguas, usos y costumbres. Con lo cual queda claro que la secesión de Catalunya, y pedir esa consulta a modo de referéndum es algo completamente inconstitucional. Y todo eso sin prejuicio de que la independencia de Catalunya sólo se podría conseguir a través de una guerra, que además sería una guerra de las peores, atendiendo que nos llevaría a enfrentarnos a catalanes separatistas contra catalanes partidarios de la unión con España, así como igualmente el resto de España se vería involucrado en esta guerra de segregación, ya que para el ejército su primera obligación es para con la Constitución. El modelo de guerra más cercano, ha sido el de la Antigua Yugoslavia, donde se mataban por territorios, lenguas, religiones y etnicas; y ahora lo más cercano que tenemos, aunque por razones diferentes es el caso de Siria. El Imperio Español se desmembró porque sus territorios de ultramar se declararon independientes por su propia cuenta y riesgo, con todo lo que les supuso con su coste de guerras civiles. Hasta el momento el partido de Artur Mas ha dicho que con un Estado Catalán Independiente, el paro bajaría un 10%, que como argumento no está mal, pero hay que hablar “claro y catalán” como predica el líder catalán, para no dar lugar a confusiones que no hacen otra cosa que deteriorar inútilmente el ambiente político, social y económico. El país no está para bromas de mal gusto.

Todo por la via legal pasaría por la modificación de la actual Constitución (que no olvidemos, no es ilegítima en Catalunya porque en su momento fue aprobada por una inmensa mayoría de catalanes), y se sabe que es matemáticamente imposible por el mínimo de mayorías que se exige, dado que los separatistas catalanes son una muy reducida minoría en comparación con el resto de los representantes de todos los españoles en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

Además le daría la bronca al “Molt Honorable” Mas, porque si presume tanto de aquello de “clar i català” ( claro y catalán), le insinuaría que me parece respetable y legítimo que pretenda la independencia, pero que antes habría que hablar claro sobre qué nuevo modelo de Estado pretende para esa Catalunya independiente: ¿Constitución Catalana de modelo liberal o social-democráta, o de otro color político?, ¿en qué se basaría y cómo se financiaría ese “estado de bienestar catalán” que él propone?, ¿qué se haría con esa inmensa masa de inmigrantes, la mitad de religiones, usos y costumbres muy radicalmente distintas y opuestas a la nuestra, que en espacio de una generación pueden llegar a superar la mitad de la población de Catalunya con todos los riesgos de fractura social que ello supone debido a las enormes diferencias de religión, culturales, e incluso de idiomas?, ¿qué ocurrirá con el resto de los residentes españoles y sus familias que habitualmente hablan en castellano, en especial los hijos de la emigración de los años 50-60-70?, ¿habría que armar y financiar un nuevo ejército catalán?, y otras muchas más preguntas que tendrían que tenerse claras de responder a todos los ciudadanos, antes de proponer una cosa tan seria como es la independencia de un territorio, que seguramente llevaría a la petición de independencia del resto de las regiones de España, con un efecto dominó, con el resultado final de la desmembración y fragmentación de lo que de momento es la nación española.

No obstante, y en aras de mejorar el sistema democrático, incorporaría un nuevo sistema de consultas como hacen por ejemplo en algunos estados de EE.UU., que cuando hay elecciones, aprovechan también las mismas elecciones para hacer consultas (algunas vinculantes y otras no).

Según las circunstancias político, económicas y sociales del país, sacaría una ley de consultas no vinculantes, para que se pudieran celebrar durante los comicios tanto nacionales como autonómicos para preguntar a los electores cuestiones como por citar algunos ejemplos, de los que sólo habrá que responder votando con un simple SÍ o NO:

1.- ¿Desea que Catalunya sea un Estado Independiente?

2.- ¿Prefiere usted reducir impuestos a cambio de menos servicios?

3.- ¿ Cree que se debe de quitar el privilegio de plaza vitalicia a los funcionarios?

4.- ¿Tiene que haber prioridad para los nacionales en todos los asuntos ciudadanos, frente a la inmigración?

5.- ¿Se debe de repatriar la inmigración para facilitar los puestos de trabajo a los nacionales y al mismo tiempo ahorrar los impuestos que nos cuestan los servicios sanitarios, educativos, subvenciones, etc..?

6.- ¿Para tener una administración más barata y menos burocrática, estaría de acuerdo en suprimir las autonomías y tener una administración única para todos?

7.- ¿Se debe de suprimir el privilegio de “aforado” del que disfrutan los políticos, y ser iguales ante la ley como el resto de los ciudadanos?

8.- Los cargos de jueces y fiscales, ¿se deben de elegir por sufragio libre, y que no se conviertan en cargos de altos funcionarios vitalicios?

9.- ¿Estaría de acuerdo con un sistema electoral de listas abiertas?

10.- ¿Estaría de acuerdo en suprimir algunas instituciones, órganos y demás entidades de muy escaso aprovechamiento ciudadano y que nos resultan muy caras de mantener?

11.- ¿Estaría de acuerdo en intervenir o ayudar militarmente en misiones exteriores?

12.- ¿Estaría dispuesto a suprimir la Seguridad Social, a cambio de una renta básica igual para todos los ciudadanos financiada con impuestos indirectos, que cubriera necesidades básicas?

13.- ¿Está de acuerdo en subvencionar con fondos públicos a sindicatos, patronales, ONG’s, y otras entidades de interés público?

14.- Y todo un etcétera de preguntas que irían saliendo sobre la marcha.

Y para todas esas preguntas que van surgiendo en la vida democrática de un país, aunque fueran consultas no vinculantes, ayudarían mucho a tomar decisiones mucho más acertadas, aprovechando los comicios para elecciones de representantes del pueblo, con lo cual sería una democracia mucho más abierta, participativa y representativa.

Y con todo eso de consentir las consultas al mismo tiempo que se aprovechan para elegir diputados, ya le haríamos un favor al Sr. Artur Mas, ya que sería también un indicador de cómo estaría en ese momento el espectro político catalán, ya que según la vigente Constitución, un plebiscito no sería legal, pero sí podría ser algo legal una consulta no vinculante.

Para terminar, recordaría que España fue el primer Estado moderno de Europa con una larga historia en común, con lo cual al mismo tiempo le recordaría un par viejos adagios:

1.- “La unión hace la fuerza”

2.- “Divide y vencerás”, en la que vence el interesado en que exista la división.


En fin dos planteamientos con los que reflexionar.  




Como complemento os dejo este interesante vídeo que muestra la evolución de las fronteras de Europa en los últimos 1.000 años y en la que se ve que Catalunya nunca fue un Estado Independiente:

 

 El mapa del cual procede de esta página web ( LiveLeak.com ):

 


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