domingo, 28 de abril de 2013

¿DÓNDE ESTÁ MARIANO RAJOY?




El pasado viernes 26 de abril, el gobierno de Rajoy nos trajo otra de esas nefastas novedades que ya empiezan a ser habituales: más maltrato para el conjunto del pueblo español, ninguna solución a medio y largo plazo, y además reconociendo que no les va a ser posible arreglar el paro. Y además es que aparentemente ya no gobierna: son otros ineptos de Bruselas los que les marcan las pautas y las directivas que hay que seguir para lo que más les interesa en Bruselas: que se rebaje al máximo el déficit público para que de alguna manera los mercados internacionales puedan recuperar algo más de confianza, pero sin tener en cuenta que para reducir el déficit habría que pasar necesariamente primero por arreglar el paro, asunto del cual, ninguno de los miopes que son el conjunto de la casta política, tanto española como europea, saben verlo con claridad. Y es que arreglando el paro y haciendo que a los ciudadanos no les falte empleo digno es la clave por donde pasa la solución a los déficits públicos y todo el surtido de demás males sociales.

A pesar de tener mayoría absoluta, tan inútil es ese presidente del gobierno que tenemos, que incluso ni él mismo se atreve a dar directamente las conferencias de prensa, temiendo descontrolar sus propias palabras y metiendo la pata. En su lugar deben tener que explicarse la vicepresidente Sáenz de Santamaría, o los ministros Montoro o De Guindos, todos de su mismo nivel de mediocridad e ineptitud como el resto de los miembros de su gabinete y de su propio partido. Y eso de que tiene la mayoría absoluta mal aprovechada, conseguida con la famosa promesa de “menos impuestos, más empleo”.

Y por si fuera poco, ahora nos viene Rubalcaba, diciendo que tiene la solución a los problemas, cuando en sus largos años de permanencia en los gobiernos socialistas, no sólo fue incapaz de proponer las recetas que ahora pretende aplicar, sino que además fue cómplice del gravísimo deterioro social español.

Y lo peor es que en el espectro político español no tenemos alternativas políticas con personas capaces, preparadas y honestas, debido al bloqueo del sistema de listas cerradas que favorece la partitocracia donde dominan los aparatos del poder de cada partido, cuyos miembros en las cúpulas de poder ponen trabas a todos aquellos a quienes ven como un peligro para que les ocupen la silla apoltronada o el cargo. La realización misma del famoso dicho de cierto vicepresidente socialista (Alfonso Guerra): “el que se mueve, no sale en la foto”. Con lo cual tenemos partidos políticos, todos financiados generosamente con fondos públicos que ellos mismos votan y aprueban en las partidas presupuestarias, y liderados por dirigentes mediocres e incapaces, cuya pésima y errónea gestión se traduce en los males que padecemos los ciudadanos, con mayores impuestos, más paro, más familias desahuciadas, más cara la vida, menos libertades,  etc…. Sólo un sistema electoral de listas abiertas podría abrir el paso hacia la vida política, de los ciudadanos preparados y brillantes, que en un marco de competencia y competitividad electoral por conseguir el puesto, podrían ofrecer soluciones contra la crisis y su cara más vergonzosa: EL PARO. Pero el sistema de listas cerradas da origen a una casta política y funcionarial que se alimenta del sistema corrupto que ellos mismos mantienen para lucrarse, aprovechar al máximo las mamamdurrías y conservar al máximo los cargos. Y ese sistema corrupto, junto a ese sistema politico electoral, muy costoso de mantener con los impuestos del pueblo, es lo que le interesa apuntalar a Mariano Rajoy, junto con la complicidad del resto de la casta política, y por esa razón es incapaz de ofrecer acertadas y sensatas soluciones, como la del principal problema español: EL PARO. Lo mismo cabria decir de la casta judicial, que al ser también funcionarial del altísimo sueldo vitalicio de por vida, igual termina siendo cómplice del sistema corrupto y de la misma clase política que le pone los altos cargos en los puestos claves de la judicatura y los mandos policiales. Al igual como ocurre en Estados Unidos, deberían de haber como listas abiertas para las elecciones para jueces, comisarios o mandos policiales y fiscales, que hicieran cumplir la ley y aplicar la justicia, ya que de ese modo se podría evitar al máximo la delincuencia y la corrupción con resultados que satisficieran a la ciudadanía si se desea optar por la reelección. Pero como el pueblo no puede controlar a la casta judicial-policial a través de las urnas, esa se acomoda, se corrompe, y termina siendo tan parasitaria e inútil como el resto de los funcionarios de los privilegios y la paga vitalicia, pagadas siempre con los impuestos de los contribuyentes.

El propio gobierno, ha llegado a reconocer que hemos superado la cifra récord de los 6.200.000 y pico parados, y que no le será posible de resolver a medio y largo plazo, con lo que capitula y se resigna con un “quizás el paro se arregle en la próxima legislatura, tras las elecciones de 2015”. Pero es incapaz de reconocer que tenemos millones de funcionarios inútiles y en duplicadas y hasta más que triplicadas administraciones, que no producen riqueza alguna y nos salen muy costosos a los contribuyentes. Y lo mismo decir de los cargos públicos, de los cuales por lo menos las 2/3 partes no sirven para nada, y también nos cuestan un riñón en impuestos. Hay multitud de empresas públicas que sólo generan déficits ( casi el 90% de ellas ) y que deberían de cerrarse o venderlas a las empresas privadas que supieran la manera de hacerlas rentables con otros métodos y estilos que funcionan en el mercado. Se podrían hacer leyes para cerrar todas las televisiones públicas, que sólo generan pérdidas y son nidos de enchufados, tanto de políticos como de funcionarios que sólo están por la alta y cómoda nómina que apenas ni la sudan, y hacer que las televisiones se autofinancien en el libre mercado, tal como ocurre con bastantes televisiones privadas y que además generan beneficios, y con ello buenas producciones a emitir que interesan al público. Se pueden suprimir todas las subvenciones a partidos políticos, patronales, sindicatos, ONG’s, y demás entidades, que no son otra cosa que redes clienterales de la casta política. Poner coto a la inmigración que nos quitan los puestos de trabajo y se aprovechan de toda clase de subvenciones, así como de nuestro estado del bienestar público en la forma de la sanidad y la educación. Y aunque existen muchísimas otras soluciones a abordar, sólo con tomar esa simple batería de pocas medidas, el déficit se reduciría, los impuestos podrían bajar, el trabajo entre los españoles estaría más al abasto, y habría más dinero circulando para reactivar la economía. Y junto a esto, en vez de dedicar tantos recursos al inútil despilfarro público, se podría dedicar una parte pequeña de esos mismos recursos para destinarlos a estimular el crédito a emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas para que comenzaran a absorber el paro existente. Soluciones las hay, sobretodo si se sabe poner los necesarios estímulos al libre mercado, si se liberaliza el mercado de inútiles normativas, y si se deja de castigar con impuestos, tanto a los emprendedores como a los trabajadores, así como a los ahorradores.

Con lo cual, medidas y soluciones contra la crisis y el paro las hay. Lo que sobra es ineptitud, mamandurrias e hipocresía. Y así nos va por falta de buena voluntad política en arreglar las cosas. Y aún podemos alegrarnos por ese poco de suerte de que aún no nos han rescatado en Bruselas (salvo las ayudas a los bancos para inyectarles de la liquidez que carecían), porque ninguna ayuda nos sale gratis, y toda cuanto se reciba hay que devolverla con los correspondientes intereses, cosa que significa hipotecar la vida de nuestos hijos y nietos, y llevar al país a la pobreza crónica, donde no existen estímulos al trabajo y al progreso.

Y Don Mariano Rajoy sigue sin dar la cara, sin ofrecerse a debatir, sin atender ninguna pregunta de periodistas, sin aportar nada. Es un presidente inútil e incompetente. Pero lo malo es que los demás son igual que él, y hasta peores. Son las consecuencias de un sistema democrático de “listas cerradas”, y por ende, muy poco representativas. Con razón nos vale aquel conocido dicho de “con Franco vivíamos mejor”. Por lo menos con Franco había trabajo para todos y muy pocos impuestos. Ahora hay impuestos asfixiantes, sobran leyes, faltan libertades, y por si fuera poco, ya no existe el trabajo estable y seguro (salvo el de funcionario –por el momento, mientras los impuestos y la capacidad de endeudamiento de los gobiernos lo permita-).



ILUSTRACIÓN QUE ENCONTRÉ POR INTERNET



Rajoy contra Don Mariano:   Como cambia la vida desde los mentideros de la oposición al ruedo de La Moncloa. El discurso que mantenía Mariano Rajoy antes de llegar al Gobierno y el que ahora adopta desde el poder bien podría calificarse como aquello que antaño se decía de “cambiarse la chaqueta”. No parece el mismo sujeto, pero….¿es que son un par de gemelos que golpean por dos derroteros diferentes y nos lo han confundido poniéndolos en distintas escenas?, ¿o bien el uno era el original, y el otro es que ahora nos han puesto un clon?:

 

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