domingo, 10 de marzo de 2013

PIRÁMIDE DE EDAD, JUBILACIÓN Y PENSIONES, Y POSIBLE PROPUESTA PARA ARREGLAR ESE PROBLEMA INTERGENERACIONAL







He aquí un tema muy serio del que eluden hablar la casta politica, por la impopularidad y los temores que ello despierta. Aquí tenemos en este vídeo procedente del INE (Instituto Nacional de Estadística) y con los gráficos que muestran en la parte final una hipotética pirámide de edad en España para los próximos años hasta aproximadamente la meta del 2050, que nos indica que la vértice de la pirámide se ensancha, y la base se reduce, es decir, que vamos camino a ser un país de más viejos que no de jóvenes. Esto supone que cada vez habrá menos personas en edad de trabajar respecto a aquellas que cobran una pensión. Como que el actual sistema público español de pensiones es un sistema de reparto, donde los que trabajan hoy están pagando las pensiones de los que las están cobrando hoy, vemos que de seguir así, el sistema público de pensiones camina hacia un futuro incierto. Es probable que cuando la generación que está hoy en edad laboral, se jubile, no exista en ese momento suficiente gente joven trabajando que pueda pagarle la pensión que estaba esperando. Con lo cual, con más jubilados que cotizantes: el sistema de reparto y solidaridad intergeneracional será insostenible, por pura lógica matemática, ya que no cuadrarán las cuentas, a no ser que se suban de forma drástica las cotizaciones y/o se reduzcan las pensiones, cosa que genera muchas dudas sobre si será capaz de sostenerlo la economía española, actualmente muy castigada por los impuestos, con lo que cada vez le queda menor margen para ser competitiva. Con lo cual, visto la injusticia intergeneracional que se está generando, ¿tiene sentido seguir pagando unas cotizaciones de las que todo apunta que al final no se va a cobrar, o se cobrará una pensión muy reducida?. En Alemania, por ejemplo, que es el país más avanzado y estable de Europa, actualmente se dan casos de pensionistas que no llegan a fin de mes, y que tienen que recurrir a los famosos “minijobs” y a realizar trabajos esporádicos para ir tirando, que inevitablemente en la mayoría de los casos son muy mal pagados (y eso ya ocurre, según una estadística que vi recientemente, de momento con el 5% de los jubilados alemanes)

Considerando que hace 30 años, la esperanza media de vida en España era de unos 70 años, y ahora es de unos 82 años, con lo que estadísticamente hablando suponen que además hoy en día a cada jubilado le tenemos que mantener una media de 12 años más, y es posible que esa edad con el paso de los años y los avances médicos acabe por alargarse aún más. Eso lleva, naturalmente, que los políticos al ver que no les cuadran las cuentas, poner sobre la mesa la opción de retrasar la edad de jubilación, para que la gente siga cotizando, y tener que pagar menos tiempo la pensión a los jubilados que sobreviven, cosa que no casa si por el otro extremo de edad, la juventud cada día tiene más complicado tener un empleo estable, así como un proyecto de vida con cierta estabilidad.


Ahora bien, por otra parte, hay que considerar que existe cierta “estafa” a los ciudadanos en muchos de los planes de pensiones privados en los que se ahorra para la vejez, porque : no ofrecen una buena rentabilidad (muchos no consiguen batir el IPC en rentabilidad media anualizada), tienen unas elevadas comisiones que se llevan las gestoras y entidades financieras intermediarias, y lo peor de ello es que tu dinero queda bloqueado hasta llegar a la fecha de la jubilación, y sólo puedes rescatar con una orden judicial, previa demostración de que te es imperiosamente necesario por estar en paro, o quedarte repentinamente sin medios propios de subsistencia. Con lo cual la mejor forma de ahorro es invertirlo en Bolsa, o en Deuda Pública (Bonos o obligaciones del Estado), y si además este dinero se puede desviar a un paraíso fiscal, mejor, ya que aquí no sólo las rentabilidades se las tragan los impuestos y además se grava más por tener patrimonio (ahorros), aparte de que al paso que vamos, existe el riesgo de que los ahorros acaben por ser nacionalizados, tanto por la falta de financiación con la que se puede encontrar el Estado, como por el enorme déficit al que nos lleva la situación. Sólo reducir el déficit, y bajar los impuestos, solucionarían esa psicosis de lógica desconfianza que lleva a evadir el dinero hacia paraísos fiscales, y los ciudadanos ahorrarían en el propio país.

Por otra parte, he aquí las posibles soluciones para arreglar la situación que pasa por dos medidas claves:

1.- Repatriación de toda la inmigración, con lo cual se resolvería el paro y se evitaría la emigración al extranjero de la actual juventud española. Esa medida, aparte de que apenas es insignificante lo que aportan a nuestro propio país en impuestos y cotizaciones, supone también, muy importante ahorro en gasto social que absorbe la actual inmigración que mantenemos (sanidad, educación, subsidios de paro, subvenciones, etc…), así como se evita que la inmigración envíe remesas de dinero español hacia los demás países, cosa que es más beneficiosa para la economía nacional al quedarse y circular por nuestro propio país el mismo dinero que generamos.

2.- Desaparición progresiva de las pensiones, sustituyéndola por una renta básica para todos los ciudadanos y que únicamente fuera financiada con los impuestos, y no con cotizaciones que generan las rentas del trabajo , cosa que haría la economía más competitiva, y a nivel social, se fomentaría más el ahorro para la vejez, cosa que también es positiva para el país que se fomente la cultura del ahorro, ya que financia el resto de las necesidades económicas, vía créditos bancarios, etc.. Ese nuevo sistema basado en el ahorro, y en la renta básica que ofrece el Estado, permitiría la libre elección de edad para la jubilación voluntaria, que dicho de otra manera, la palabra “jubilación” desaparecería, ya que cualquier ciudadano tendría la plena libertad de escoger trabajar y retirarse a cualquier edad. Esa nueva situación favorecería también el mayor cuidado de la ciudadanía de su propia salud, al tener que ser costeada de su propio bolsillo las visitas médicas.

Con lo cual, y con la renta básica para cada ciudadano (partiría de un cálculo de unos 600 euros mensuales como referencia, según capacidad de la economía del país), desaparecerían las cotizaciones, y con ello las pensiones por jubilación, invalidez, viudez, orfandad, paro, etc… Y cada persona sería libre de trabajar y retirarse cuando quisiera, y adaptándose según sus propias posibilidades económicas. No tenemos otra opción más razonable, y si seguimos al paso que vamos, el colapso y quiebra de la Seguridad Social es algo a todas luces seguro que estallará en un momento u otro.