domingo, 20 de enero de 2013

CLEPTOCRACIA ESPAÑOLA





La Wikipedia, esa gran enciclopedia que se adapta rápidamente a los cambios de nuestro tiempo, incluyendo una nueva palabra que todavía no aparece en muchos diccionarios incluído el de la Real Academia de la Lengua Española: “Cleptocracia” ( tal como indica la propia Wikipedia “del griego. clepto: quitar; y cracia: fuerza = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico." Dice la misma Wikipedia que es un término de reciente acuñación, y se suele usar despectivamente para decir que un gobierno es corrupto y ladrón.

Y sigo remitiéndome a las características que define la Wikipedia sobre la cleptocria:

“En una cleptocracia los mecanismos del gobierno de un estado se dedican casi enteramente a gravar los recursos y a la población del país (por medio de impuesto, no retribuibles a ellos; desvíos de fondos, etc), los dirigentes del sistema, amasan grandes fortunas personales, en especial el presidente o el mayor cargo de jefe de estado, junto a los más allegados como los ministros y asesores personales. En la cleptocracia el dinero es lavado o se desvía a cuentas bancarias secretas, por lo general en paraísos fiscales, como encubrimiento del robo.

La cleptocracia se da generalmente en dictaduras, plutocracias, oclocracias o en una cierta forma de gobiernos autocráticos, puesto que en la democracia verdadera se hace más difícil encubrirla. Han existido casos de gobiernos en apariencia democráticos que han sido considerados cleptócratas.

Las economías de los regímenes cleptocráticos tienden a decaer constantemente, pues la corrupción sistemática engendrada por el gobierno significa que la economía está subordinada a los intereses de los cleptócratas. Además las economías basadas en la extracción de materias primas (ejemplo, los minerales y el petróleo) pueden ser particularmente propensas a ser cleptócratas.

Históricamente, el ambiente sociopolítico asociado al sistema colonial -la dominación de países colonizados, en donde sus economías son muy vulnerables al depender por un número pequeño de materias primas- ha sido particularmente proclive a la creación de las últimas cleptocracias, siendo África y América Latina, las regiones más propensas.
Algunos analistas utilizan el término 'cleptocracia' para desacreditar los procesos políticos que permiten que las grandes corporaciones sean influyente en la política. Ralph Nader llamó a Estados Unidos una cleptocracia, en ese sentido de la palabra, durante la campaña presidencial del año 2000 de ese país. De todas formas un término más exacto para esta influencia sobre un estado es la plutocracia.”

La misma Wikipedia pone el caso de unos cuantos cleptócratas ex presidentes mundialmente conocidos, pero eso ya es otro tema. Os dejo con el enlace de la wikipedia:




Ahora veamos el caso de un típico cleptócrata español, entre los cientos que hay dispersos por toda la geografía española,  con explicaciones de ciertos mentideros que circulan por internet: el caso del ex presidente socialista Felipe  González:
Dicen que el ex presidente español es un hombre obsesionado por el dinero y la alta sociedad, y con buen gusto a la hora de escoger compañeras, aunque la última acabó nuevamente en divorcio. Dicen que también es un hombre satisfecho, pues ha cumplido sus objetivos de hacerse rico y relacionarse casi exclusivamente con las grandes fortunas del planeta.


 Cuando está en España, a Felipe González le gusta vestirse como un modesto profesor de instituto jubilado algo intelectual y dar la apariencia de que acaba de bajarse de un coche de línea tras un cansado viaje. A los liberados militantes de dentro y fuera del PSOE les encanta creerse este espejismo que ha confeccionado él mismo como un modelo de “modus operandi” de aprovechar la política y los cargos para fines de lucro personales. Cuando viaja fuera de nuestro país – dicen que se desplaza frecuentemente en avión privado- Felipe González aprovecha para hacer todo aquello que por discreción no le gusta hacer en España, y no provocar al “obrero español” del que toma nombre su partido socialista. El ex presidente pasa la mitad del año en Iberoamérica, siendo una figura habitual en las lujosas villas que sus riquísimas amistades tienen esparcidas por el continente. 


Al ex presidente socialista se le ha visto en la reserva natural que en Carabobo tiene el magnate venezolano Gustavo Cisneros, empresario al que su gobierno vendió Galerías Preciados tras la expropiación de RUMASA. Cisneros hace gustoso de anfitrión, pues compró la empresa expropiada en 1984 al empresario José María Ruiz Mateos por unos 1.500 millones de pesetas y la revendió a los tres años por otros 30.000 millones. Un jugoso negocio con el cual los contribuyentes españoles perdimos 28,500 millones en la operación, pero consecuencia de ello entre los nació una agradecida amistad que aún perdura entre el venezolano y nuestro ex presidente socialista.


 Se dice que Felipe González conoce también el palacio que la poderosa familia colombiana Santo Domingo tiene en la isla de Barú. A esta casa en el Caribe acudió invitado en marzo de 2009, cuando se representó a si mismo en un encuentro de magnates iberoamericanos donde no falto el mexicano Carlos Slim, considerado como el hombre más rico del mundo. Se dice que a Felipe González le gusta vestir en España como un modesto pensionista que no llega a fin de mes, pero tiene en Tánger una exclusiva finca con playa privada contigua a la del rey Mohamed VI. Y se dice que la tiene por concesión afectiva del reyezuelo magrebí hacia su persona, ya que el entonces presidente socialista mantuvo una relación envidiable con el padre del actual monarca alaudita. La excelente sintonía de Felipe con el anterior rey marroquí Hasan II le facilitó la intermediación del rey Juan Carlos y sobre todo la lluvia de miles de millones de dinero público que en la forma de créditos para la compra de material militar español dejo caer España sobre Marruecos cuando Felipe mandaba, con todo lo que conlleva de comisiones de por medio en todo negocio de armas. 


Se desconoce si se inspiraron en el Palau de la Música y la familia Pujol para manejar estos dineros, pero como buen intelectual Felipe González también es bien conocido su gusto por la lírica catalana. Se dice que el rey Juan Carlos y Felipe González se apoyaron continuamente en los años ochenta y noventa ayudándose en la consecución de sus objetivos, facilitando siempre el uno la labor del otro. También colaboraron en tareas de Estado y de Gobierno, y precisamente de esta forma empezó la gran fortuna personal cifrada en unos 1800 millones de euros que se dice que posee nuestro monarca. Dicen también, que de tanto tratar con grandes fortunas internacionales, a Felipe se le han pegado sus costumbres. Se sabe que normalmente los hijos de los muy ricos no trabajan, y ninguno de los hijos varones del ex presidente -cuarentones con familia- tiene oficio conocido. Igual ocurre con el le hijo de José Bono, otro ni-ni de postín, o los hijos de José María Aznar. A Felipe también se le ha pegado el deseo por crear un fondo de capital riesgo, una controvertida forma de inversión con muchos detractores dada la facilidad con la que permite aflorar capital revestido de éxito empresarial.


 Se dice que el fondo de Felipe González se llama “Tagua Capital”.  Dicen que Felipe González es hoy el único dinosaurio que queda de la Transición Política capaz de, en menos de 24 horas, pasar de ser besuqueado por amas de casa y receptores del PER en los feudos del PSOE en la Andalucía rural más castigada por el paro y la corrupción de su partido, a bailar en la República Dominicana bachata con una multimillonaria en un palacio próximo a la mansión de la ex ministra española Carmen Chacón bajo la mirada célebre del modisto Oscar de la Renta. Dicen que entre grandes billonarios es donde se encuentra verdaderamente cómodo, a la gente humilde que le aclama en los mítines como una estrella del rock siempre la despreció saqueando al Estado desde el gobierno. Por otro lado, hay rumores que dicen que tras su separación de su última pareja, y a falta de un liderazgo claro en el PSOE, tiene propósito de volver a dirigir el PSOE y volver a ser el cabeza de cartel socialista. 

En el caso del catalán Jordi Pujol, es el tipico cleptocrata que ha sabido transmitir sus maneras a sus hijos,  utilizando la Generalitat como si fuera la misma Banca Catalana que otrora era también su banco particular, usando sus presupuestos y cobrando unos intereses por ellos como si de un préstamo se tratara. Es decir, la manera de lucrarse quedándose con una comisión de todas las partidas presupuestarias de la Generalitat, como si cualquier otro negocio bancario fuera, ejemplo del que han seguido el resto de los políticos convertiendo las autonomías en unos cortijos particulares de corrupción a merced del padrino de turno. 

Y no digamos de la larga lista de cleptócratas de todas las condiciones: ministros, presidentes de comunidades autónomas, alcaldes y concejales, yernos reales, directores generales de guardia civil, presidentes o gestores de partidos políticos, líderes sindicales, miembros del Consejo General del poder judicial, altos funcionarios, etc… etc…, y todos ellos sin ningún tipo de vergüenza y haciendo del robo público el deporte nacional de las posiciones apoltronadas de las que se aprovechan.

¿Y a qué es debido que la cleptocracia esté tan arraigada en la vida política española?. Pues la respuesta creo que estaría en aquella sencilla explicación de aquella ministra socialista de Zapatero llamada Carmen Calvo, que dijo referente al dinero público: “el dinero que es de todos, no es de nadie”, con lo cual todos los que manejan dinero público en cada una de sus modalidades sea del erario central, autonómico, municipal, comarcal, fondos europeos, entes públicos, etc… sienten la inevitable tentación de quedarse con alguna tajada del suculento pastel. Con lo cual una cosa puede ser cierta: cuanto menos dinero tenga la Cosa Pública (es decir, cuántos menos impuestos), menos ladrones, de los cuales todos piensan que son de su misma condición, tal como hemos visto en las corruptelas políticas de todos los colores ideológicos, en todas las escalas administrativas, y por toda la geografía española. Así que bienvenidos al reino español de la cleptocracia. 

¿Tiene arreglo la cleptocracia?. En cierto sentido sí, pero no del todo. Pasaría por una voluntad de regeneración de la vida política española,  que por un lado se haría necesaria una nueva democracia con un sistema de listas abiertas en la que se pudiera presentar a las elecciones gente más honesta, honrada y preparada, y por el otro tener siempre presente que a menores y más bajos impuestos, menores las tentaciones para el robo y las corruptelas públicas. Hace falta recuperar los valores del trabajo y del esfuerzo, y terminar con esa mentalidad tan extendida de vivir de las subvenciones. El problema, por otra parte, es saber ¿quién es el guapo con el suficiente valor, firmeza y decisión, que esté dispuesto a cambiar todo este sistema corrupto que se ha asentado en la vida pública española?, porque en tanto sigamos igual, la ya tristemente famosa cleptocracia española como nos conocen a nivel internacional continuará desarrollándose.

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